miércoles, 21 de julio de 2010

No más bullying

Por: Rafael Álvarez Cordero*

En nuestros años de infancia, no faltaba en las escuelas el "abusón", el "pegalón", que agredía y amedrentaba constantemente a los compañeros. Sus víctimas no sabían qué hacer, pero un día se unían y entre todos descargaban su ira y rencor contra el odiado grandulón para que nunca más abusara de ellos. Esta forma de acoso y agresión, ahora llamada bullying, sólo se elimina al combatir con decisión a quien abusa de los demás.

Pensé en el bullying después de las elecciones del domingo pasado, porque los resultados nos hablan del abuso del poder, de la lucha por combatirlo, de pequeños grandes triunfos y de los cambios que se avecinan.

Las semanas y los meses previos a las elecciones mostraron, a los más siniestros miembros del PRI, típicos "abusones del poder", en Hidalgo, Puebla, Veracruz y Oaxaca, violar las leyes electorales, dilapidar los impuestos, amedrentar a la población, hacer una y mil piruetas para conservar el mando.

No lo lograron, al menos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa. ¿Quiénes los vencieron? Los que tenían menos fuerza, pero unidos pudieron derrotarlos -como los compañeros de clase que deciden acabar con el abusón- y lograron una victoria que tiene un gran significado político.

Así, las alianzas -extrañas alianzas- entre el Partido Acción Nacional y el de la Revolución Democrática y otros partidos, hicieron posible que en estados en los que siempre había ganado el PRI dejara de ser gobierno. Pírrica victoria priista, presume que ganó en tres entidades con tres y medio millones de habitantes, pero perdió en otros tres, con más de 11 millones, así que ¡se acabó el bullying!

Otros resultados mostraron que los ciudadanos ya no son indiferentes a lo que ocurre y que su voto sí cuenta: en Zacatecas gobernaba bien Amalia García, pero los pleitos entre ella y los Monreal (otros "abusones"), hicieron que el sol azteca perdiera lo que consideraba un bastión seguro.

A pesar a los desplantes de Beatriz Paredes (otra experta en bullying) y de su insistencia (¿añoranza?) de volver al pasado, cuando se presentaron buenos candidatos priistas, ganó el PRI, le arrebató Tlaxcala y Aguascalientes al PAN y se consolidó en Chihuahua.

¡No más bullying!, podrán decir panistas y perredistas, pero, ¡ojo!, hay que ser muy sabio a la hora de asumir el poder y distribuir puestos y responsabilidades, porque aunque se unieron para derrotar al dinosaurio, siguen siendo enemigos ideológicos, no lo pueden olvidar.

¿Qué podemos aprender de esta elección? Siendo optimistas, que por primera vez los ciudadanos ya no comulgan con ruedas de molino, que los millones derrochados y las amenazas de los caciques no dieron resultado y los ciudadanos votaron como quisieron. Siendo optimistas, también podemos pensar que, si los candidatos ganadores son buenos gobernantes, olvidan los abusos y las corruptelas, sin importar su partido, su gestión será bienvenida. Finalmente, podemos esperar que, de ahora en adelante, las elecciones no sean cochinero lamentable, sino contienda democrática.

¡No más bullying!

*Médico y escritor

1 comentario:

  1. Un fuerte abrazo, doctor Álvarez Cordero. Un honor compartir este espacio con usted. Me daría mucho gusto podernos reunir pronto, trataré de concertar cita con su asistente.
    Roberto Rock

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